EXPOSICIÓN: Liliput, Isabel Gómez

Buenos días, tardes o noches, navegantes.
La primera exposición a la que hemos tenido que asistir ha sido "Liliput", de Isabel Gómez.
Los cuadros que más me llamaron la atención fueron tres: "Naufragio", "El puente" y "Corred, malditos", de los que me gustaría comentar algo al respecto.
En "Naufragio" me llamó la atención la triplicación de la mujer y cómo se reflejan, de esta forma, sus distintas caras. La primera cara es la más visible para todos, su cara pública; la silueta del espejo, entiendo -pues mira a los liliputienses-, que es la cara que solo conoce la gente más cercana a ella; y por último, la mancha roja de su vestido, que parece una silueta muy desdibujada, muestra su cara íntima, la que solo ella conoce. También me llamaron la atención los liliputienses, no solo por ser extremadamente pequeños en comparación, sino porque no existe diferencia alguna entre ellos, son grupo uniforme en el cual ninguno destaca.
En "El puente" hay un detalle en concreto que me llamó especialmente la atención: las manos no están terminadas. Yo interpreto esto como un símbolo de transparencia, de sinceridad con los liliputienses a los que está ayudando a cruzar el mar con su propio cuerpo, mostrando a la vez, bajo mi punto de vista, un cierto sentido de empatía.
Por último, respecto a "Corred, malditos" me gustaría hablar desde un punto más personal y contar lo que este cuadro me ha transmitido. Para mí este cuadro es rebeldía, fuerza en su estado más puro, incluso un momento de superación personal en el que te quitas el pasado de encima y decides vivir el momento con todo lo que has logrado hasta ahora y puedes llegar a lograr. Lo que da esta fuerza al cuadro no es solo el gesto de la mujer de quitarse el vestido, sino también el movimiento del que está cargado, que se ve, por ejemplo, en los liliputienses corriendo.
En rasgos más generales, destaca sobre todo la forma de dibujar a los liliputienses, como pequeñas manchas a veces incluso desdibujadas o borrosas; también se observa que la mujer tiene siempre, salvo en "Corred, malditos" la misma expresión relajada, lo que hace más notable esa fuerza que comentaba antes en este cuadro; a su vez, también llaman la atención los tonos azulados o verdosos que aparecen en todos los cuadros, que en su mayoría dan la impresión de estar saliendo del vestido de la mujer, cuyo patrón se repite siempre con pequeños cambios en algunas ocasiones; y por último, la ausencia de un fondo marcado que en ocasiones se difumina en varios colores, en otras escasea en detalles y en otras son simples manchas de color, hasta llegar al punto en algunas de no existir y convertirse en un fondo blanco.
Ahora os dejo con unas fotos de algunos de los cuadros y hasta el próximo día.
Buena vida, navegantes.

Naufragio, Isabel Gómez.
Técnica mixta (esmalte, óleo, acrílico y rotulador) sobre tela.
Medidas: 1,60 x 1,01m.
Año 2016.


El puente, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo, acrílico y rotulador) sobre tela.
Medidas: 1,64 x 1,07m
Año 2016.


Paradoja, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo y esmalte) sobre tela.
Medidas: 1,45 x 1,45m.
Año 2017.


Corred, malditos, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo y esmalte) sobre tela.
Medidas: 1,62 x 1,30m.
Año 2017.


360º, Isabel Gómez.


Laputa, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo, esmalte y acrílico) sobre tela.
Medidas: 1,80 x 1,25m.
Año 2017.


La justicia, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo, esmalte y acrílico) sobre tela.
Medidas: 1,37 x 1,32m.
Año 2017.


Que todos los auténticos creyentes casquen sus huevos por el extremo conveniente, Isabel Gómez.
Técnica mixta (óleo, esmalte y acrílico) sobre tela.
Medidas: 1,50 x 1,30m.
Año 2017.

Todas las fotos han sido realizadas por Alba de la Hoz Prieto.

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